sábado, 1 de agosto de 2015

El futuro de los monitores

Una de las cosas buenas de este campamento es que hay un núcleo de acampados que como las pilas del anuncio, duran y duran y duran... Y eso es bueno. Son gente, además, muy vinculada a la parroquia y participantes en la catequesis. Pero claro, si todos siguen, a este paso vamos a tener más jefes que indios... En fin, veremos como lo vamos resolviendo que a cada día le basta su afán. Aquí os dejo una foto del equipo de premonitoras que amenazan con hacer el curso de monitor de tiempo libre y tendré que llevarlas en prácticas, qué se le va a hacer... Este próximo curso también recibirán la Confirmación y dirán adiós al colegio abriendo un nuevo capítulo en su vida, pero eso es ya otra historia.
Si llegan a ser monitoras, tendrán en su mochila un buen número de horas de campamentos así que no habrá guaje que se las de con queso porque se las sabrán todas.
Lo que sí permanecerá siempre, y lo veo en muchos que por diferentes razones ya no pueden ir, es una sincera y elocuente sonrisa cuando se habla del campamento de la parroquia. Y eso, sí que es muy muy bueno...


Aquí Patxi: crónica Post Perbes.


Un año más se nos acabaron felizmente estos irrepetibles días de Perbes, mucho se ha dicho, quizá no tanto como al jefe le hubiera gustado, pero entiendo que por pereza, por falta de soltura con el bolígrafo, bueno “ teclado” o por no repetir lo que dicen los demás muchos se abstengan de hacer comentarios.
A mí me pasa lo mismo, allí la verdad es que aunque parezca mentira no hay tiempo de ponerse delante de la pantalla y ahora con los hechos consumados me resulta difícil decir algo interesante. Está casi todo escrito,  de la formación, las veladas, la comida, lo abnegados y simpáticos que son los monitores.
No sé si poner unos versos, pero claro ya se adelantó el jefe, todos sabemos de su magnífica  prosa pero con la poesía nos deja anonadados.
Hay una cosa que si me gustaría escribir. El cuidado del medio ambiente  es una cosa que me preocupa y procuro poner en práctica en mis hábitos; de vez en cuando doy a los acampados “ecoconsejos” y este año me han dicho que he dado pocos, la verdad es que tenía que haber sido un activista más enérgico sobre todo porque estoy respaldado por Su Santidad el Papa Francisco, que con su encíclica “Laudato Si” nos recuerda la necesidad de cuidar nuestro hogar. Como sabéis Ecología viene a ser  tratado del hogar, en griego oikos, casa, hogar y logos ciencia, tratado. Y es que nuestro planeta es nuestro hogar y como tal debemos cuidarlo, no solo por nosotros sino por todos los que en él habitamos.
Observo en el campamento muchos detalles que denotan falta de cuidado e interés por el cuidado del medio ambiente. Supongo que será falta de hábito en general y no solo allí. 
Luces encendidas de día en los baños, servilletas de papel para secar un poco agua que se cae en la mesa, comida en la basura, envoltorios de chucherías en la playa que no se recogen, las bolsas de colores para separar el papel y los envases que están vacías y sin embargo el cubo negro lleno de papeles y plásticos mezclados, hojas de papel con un par de renglones escritos que se tiran pudiendo aprovechar el resto de la hoja.
Ya sabéis la regla de las tres “erres”, reducir, reutilizar y reciclar. De la primera se habla poco en esta sociedad de consumo pero es importante reducir las cosas innecesarias.
Me gustaría que inculcaseis a vuestros hijos el respeto y cuidado de nuestra casa, sobre todo ahora en verano que hay más tiempo para estar en contacto con ellos y que llegue a ser un hábito tan arraigado como el dar los buenos días a los que conviven en casa. Yo lo considero una de las cosas más importantes que tenemos que inculcar a los chavales.
Un vistazo a la encíclica del Papa, que ha tenido un gran respaldo, no estaría de más. No hagáis como con las encíclicas de Carlos que no las leéis y después  hala a preguntar cuando es el día de la familia y si tienen que llevar chubasquero, o cuantos bocadillos necesitan para el viaje.

Hasta el próximo año 
Patxi

Jorge al habla.


Un abrazo a todos y enhorabuena por la tarea realizada. Es un gusto ver los comentarios que hacéis los padres. Ojalá no se reduzca a la emoción de una convivencia de 11 días sino que se traduzca en una manera de relacionarse padres, catequistas y monitores a lo largo de todo el curso. Esa convivencia en paz, con responsabilidad de todos y con la alegría de compartir.
Estos jóvenes y niños dejaron comodidades por cansancio, sol, lluvia … Y ciertamente compañerismo, alegría, oración, convivencia…
Eso no surge de la nada. Responde a un trabajo bien hecho  de catequistas y monitores a lo largo del curso y eso es lo que hay que apoyar y seguir trabajando Porque si no se siembra y se cultiva no hay cosecha, que gracias a Dios se está recogiendo ya en nuestra parroquia.
Y destacar también el buen trabajo de los sacerdotes Marcos, Alberto y Alejandro que los acompañaron, colaborando a sentirse más iglesia y acercarlos más a Dios, porque al final Carlos, monitores, catequistas, padres, eso es obra ciertamente de Dios pero en la que vosotros colaboráis.
 Que Él os siga acompañando ¡ánimos! Y que se mantenga ese espíritu.