miércoles, 22 de julio de 2015

ENTRANDO EN HARINA

Cuando Einstein dijo aquello de que todo es relativo parece que inventara la pólvora; pues no. Quiero decir que no, no  inventó la pólvora, obviamente, pero sí, en lo de lo relativo, algo de razón tenía. Pues eso, que todo es relativo cualquiera se dará cuenta en su vida cotidiana. ¿Cómo pasa el tiempo cuando estás en la oficina y no ves la hora de salir...? ¿Cómo pasa cuando estás hecho una piltrafilla en la cama con un constipado de no te menees...? Y por contra, ¿cómo pasa cuando estás en cualquier situación en la que te sientes realmente a gusto...? ¿A qué hay diferencia? Pues aquí el tiempo es algo que casi no nos da tiempo ni a saborearlo. Es esquivo. Huidizo. No fluye apaciblemente... ¡corre! Y así vamos pasando las primeras horas de intensa convivencia. No sé qué pasa por el resto del mundo y, francamente, en estos días, ni me importa. La desconexión es total. No sé si seguirán por ahí con la ola de calor esa que lleva semanas achicharrando a medio país o no, pero aquí, hoy al menos, estamos de lo más fresquito. Lo que no fue impedimento para que nos estrenáramos en la playa y, francamente, fue una agradable mañana playera. Algo de nubes pero el sol se hacía notar y el agua, aunque cuesta un poco entrar, estaba muy buena. Primeras competiciones deportivas a la espera del inicio del campeonato de la temporada, primeros baños de sol, primeros furacos en la arena, primeras ahogadillas... Vamos, todo según el guión... Vuelta al campamento y tras la comida los primeros talleres: pulseras. Muy chulas y originales. Dado que se incorporaron las pendo... las viajeras premonitoras que aún no habían llegado de su intenso tour cultural (¡¡jajajaja!!!) se dio inicio así mismo a los ensayos de los bailes de la temporada. Entremedias también comenzó el afamado y reñido torneo de Tute de verano que tanta rivalidad despierta. Sin más comentarios...
Después de la merienda, como no está mucho para la playa, nos quedamos en el campamento montando una serie de juegos participativos de los que luego, si la rapidez de galgo campeón de la conexión lo permite, mostraremos alguna foto. A lo que vamos, que esto empieza a coger el ritmo y vamos entrando en harina que es de lo que se trata. Como os decía ayer, no se están portando mal. Ayer se durmieron pronto, en la playa estuvieron genial, en la sobremesa todos juntos jugando... ummm... ya el año pasado hubo una extraña conjunción cósmica que motivó que el comportamiento (salvo honrosas excepciones que, como las meigas de esta tierra, haberlas haylas...) esté por encima de la media. Si es que cuando les da por ser formales son la leche...
Finalizada la tanda de juegos tras los que Crisanto ya parece que desayuna cazalla (cosa que no me consta) un tiempo para duchas y ocio hasta la hora de la cena (ver menú del día si procede). Los que tienen la gran suerte de que les toque fregar a ello, otros a recoger el comedor, limpiar mesas y pasar la fregona (algunos cuando les enseñas a meter la fregona en el cubo y retorcerla dicen: "anda, ¿y eso...?") En fin, todos entusiasmados con las tareas y se ve que las practican con asiduidad dada la manifiesta soltura y destreza demostrada.
La velada de la noche fue preparada por los monitores más jóvenes a los que debo de reconocer también el muy buen papel que están desempeñando. Personalmente me llena de orgullo y satisfacción (ummm... ¿a quién me recuerda eso...?) que chavales que empezaron con nosotros en Villamanín 2003/2004 hoy estén aquí de monitores totalmente identificados con este proyecto de la parroquia de San Pedro de los Arcos y comprometidos con su desarrollo. Creo firmemente que esa implicación de los que fueron partícipes desde niños es buena parte de los pilares de su éxito. Ojalá puedan continuar aunque soy consciente de lo difícil que es. Hoy los de 4º de ESO me decían que también querían ser monitores; como sigamos así vamos a ser cincuenta monitores y quince acampados; vamos, una ruina...
La reflexión de la noche vino de la mano de la actualidad. Sabemos que los niños no leen periódicos (no creo, vamos...) no ven las noticias ni escuchan la radio, pero raro es que no sepan que no todas las noticias son buenas. Ayer les decíamos que se consideraran afortunados porque pueden convivir unos días con un montón de compañeros en un lugar como este. Por eso sólo. Y volviendo a las noticias, por que sean niños, creo que no deben mantenerse en una burbuja aislante y tienen, de forma adecuada a su edad, ser conscientes de que en su entorno, en Asturias, hay un buen número de niños por debajo del umbral de la pobreza. Al menos que lo sepan. Y esa introducción sirvió para leerles un precioso cuento titulado "El niño churumbel" basado en personajes reales y que narra la historia de un niño gitanillo que vivía con su joven madre en una chabola. Un día de los que su madre salió a buscar "suerte" para ganarse la vida, no volvió: "Una noche en la que la mar rugía como una fiera recién herida, Manuel salió a buscar a su madre. Anduvo hasta donde se bañan las estrellas, muy, muy lejos, en donde el mar y el cielo eran una misma cosa. Dicen que ese día se oyó cantar al mar una nana al arrullo de las olas: Que duerma mi niño; mis brazos: tu cuna, será nuestro techo la luz de la luna. Que callen las olas que calle la brisa, el viento suave que me lo acaricia.
Sólo Manuel supo quién la cantaba. Por eso se fue con ella".
Manuel y su madre también son una familia que pertenece a esta gran familia que somos la humanidad. Por tanto, aunque después de leerlo nos pueda dejar un poso de tristeza, quiere decir que, tal vez, sigue habiendo esperanza para esta gran familia humana a la que todos pertenecemos.
Tumbados en el suelo, con las estrellas como techo, rezamos y cantamos un precioso padrenuestro.
Y de allí, de nuevo al sobre.
Ahora parece que no se oye nada, quizá sea verdad que se están volviendo algo más formales...
Sólo queda el rumor del mar, alguna gaviota trasnochadora y ese fondo de pantalla que me comunica con todos vosotros. No sé si estaréis por ahí y si algo de todo esto que os cuenta os interesa, pero así fue o, al menos, así lo vi yo.Y así os lo cuento.
Aquí PERBES PRESS informando.
Mañana más y mejor.
A seguir bien...

5 comentarios:

  1. Gracias por las noticias a nuestro corresponsal en Perbes. Esperamos que alguien le de miel con limón a Crisanto y que la inversión en escobas merezca la pena, igual nos vienen con poderes mágicos después de ese "quidditch" a ras de suelo, o igual se aficionan a barrer, que ya sería magia suficiente. Gracias a todos los monitores por enseñarles a disfrutar de esa insuperable "play station" que nos han regalado al nacer: sus manos,sus pies, sus ojos, su mente...Y que todo siga en calma...mas o menos.

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  2. Muy buena crónica y por supuesto que te leemos esos rollos que nos metes,jejeje,así da gusto ver como trascurren las primeras horas de un nuevo campamento.
    Un saludo y a seguir disfrutando

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  3. Carlos podrias dedicarte a ser cronista gastronomico..dan ganas de comerselo todo..

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  4. Carlos podrias dedicarte a ser cronista gastronomico..dan ganas de comerselo todo..

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  5. Querido jefe del campamento apache no sabes como te agradecemos tus crónicas sobre los acampados, con fotos incluidas, es como estar participando de vuestra experiencia. Es una ventana abierta a Perbes que empieza con esa hermosa foto de la puesta de sol al inicio del blog, que continua con ese rico menú con el que se nos hace la boca agua y que se completa con la crónica detallada de todas vuestras actividades.

    Para mi hijo es su sexta experiencia en el campa y siempre me dice "que ganas tengo de que llegue Perbes".

    Son días de libertad, de alegría, de amistad, de juegos, de playa y cada año supera sus expectativas y le deja con ganas de ir al siguiente.

    Por último, mi hijo también quiere ser monitor. Otro candidato.

    Cuando nos pasa Marta la receta de la crema de calabacin? Yo también quiero triunfar como cocinera.

    Un abrazo para monitores y campistas.

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