"Veo que de ninguna manera es inútil viajar, si un hombre quiere ver algo nuevo". (Julio Verne)
sábado, 30 de julio de 2016
Las diez de ultimas
Pues casi sin darnos cuenta hemos llegado al final. Otro día intenso y completo. Por la mañana tuvimos oportunidad de conocer de la mano de Alejandro Rodríguez Catalina, misionero asturiano en Benín, una realidad tan distinta que parece que fuera sacada de algún relato de ciencia ficción. Difícil de trasladar en este ambiente a estos niños de edades tan diferentes. Por si alguien tiene interés en seguir la actividad de Alejandro os dejo la dirección de su blog: http://bemberekebonukobu.blogspot.com.es
A medio día nos esperaban las pedaletas en la playa así que, cuál expertos lobos marinos, surcamos los mares con algún percance que otro del que os daremos cumplida cuenta en el noticiario que estamos cocinando en este momento. Un exquisito cocido de garbanzos y un no menos delicioso arroz con leche (para chuparse los dedos) sirvió para reponer fuerzas.
La tarde pasó entre juegos, concursos de canciones, entregas de premios a los campeones de los diversos torneos y la cena que, hoy, fue en el exterior puesto que el comedor tenía que estar libre para prepararlo todo para la esperada... ¡Noche de gala¡ No voy a entrar en más detalles porque para eso estará mañana el telediario.
Y hasta aquí hemos llegado. Os pido un favor, no dejéis morir el blog. Dejad que vuestros hijos vean los vídeos, utilizadlos como excusa para que os hablen de la experiencia de campamento. Que comenten ellos (ya que vosotros sois tan parcos...) y que siga siendo, durante unos días, vehículo de comunicación en pare todos, ¿lo haréis? ¡Confío en que si!
Y en cuanto a cuestiones más prácticas, mañana intentaremos estar en San Pedro sobre las CINCO de la tarde. Nuestra intención es salir a las dos.
Lo dicho, no enterréis el blog aún. El campamento debe seguir unos días más en vuestros hogares
¡Nos vemos mañana¡
A medio día nos esperaban las pedaletas en la playa así que, cuál expertos lobos marinos, surcamos los mares con algún percance que otro del que os daremos cumplida cuenta en el noticiario que estamos cocinando en este momento. Un exquisito cocido de garbanzos y un no menos delicioso arroz con leche (para chuparse los dedos) sirvió para reponer fuerzas.
La tarde pasó entre juegos, concursos de canciones, entregas de premios a los campeones de los diversos torneos y la cena que, hoy, fue en el exterior puesto que el comedor tenía que estar libre para prepararlo todo para la esperada... ¡Noche de gala¡ No voy a entrar en más detalles porque para eso estará mañana el telediario.
Y hasta aquí hemos llegado. Os pido un favor, no dejéis morir el blog. Dejad que vuestros hijos vean los vídeos, utilizadlos como excusa para que os hablen de la experiencia de campamento. Que comenten ellos (ya que vosotros sois tan parcos...) y que siga siendo, durante unos días, vehículo de comunicación en pare todos, ¿lo haréis? ¡Confío en que si!
Y en cuanto a cuestiones más prácticas, mañana intentaremos estar en San Pedro sobre las CINCO de la tarde. Nuestra intención es salir a las dos.
Lo dicho, no enterréis el blog aún. El campamento debe seguir unos días más en vuestros hogares
¡Nos vemos mañana¡
Mensaje de Jorge
Acabo de llegar al "dulce hogar", silencio, paz.. Os echo en falta. 4 días, como siempre, muy aprovechados por la experiencia de convivir con vosotros. ¡cómo me gustaría lo pudiesen ver los padres en los distintos momentos del día. Cuando veo los videos digo ¡jo! pensarán que sólo es jugar; sería muy pobre la experiencia, yo los vi reflexionar, rezar, ayudar, reir y en algún momento, los menos llorar. Yo traigo la imagen de una juventud - léase monitores- excepcionales. Cariño, responsabilidad, esfuerzo... ¡Dios como aguantan! Gracias jefe campamento, gracias monitores sois estupendos y sin duda que vuestro tabajo redunda en una parroquia más viva, juvenil y más atractiva para niños y jóvenes. El campamento pasó como todos los años pero la experiencia vivida ya formará parte para siempre de ñiños y monitores. ¡Sois los mejores!
viernes, 29 de julio de 2016
PERBESDIARIO SPA TV 29/07/2016
Tras solucionar los problemas técnicos os traemos, en un breve periodo de tiempo, un nuevo vídeo para deleite de vuestra merced. Esperamos que lo disfruteis como nosotros disfrutamos haciendolos, pues... es el penúltimo vídeo que vamos a subir esta temporada... Y sin más dilación... ¡Dentro vídeo!
Tic, tac, tic, tac...
Casi se oye la cuenta atrás del reloj... Confieso que me da pena. Han pasado tan rápido estos días que casi no los he saboreado y bueno, alguna avería que otra no me ha permitido vivirlos en plenitud pero me siento muy satisfecho y contento de la vivencia de estos días. Queda aún lo peor, recoger todo el sábado pero antes, mañana, nos espera otro día intenso.
De hoy, otro día de sol y calor que nos permitió disfrutar de una mañana playera, destacar una de las veladas que, en las revisiones, más insistentemente nos reclamaban: la noche del terror. Si os cuentan algo que no se tiren el pegote de que no pasaron miedo. Lo pasaron. Y todos. Y mucho. Pero también se divirtieron. No sé como algún vecino no llamó a emergencias por las voces que se oían y, por si esto fuera poco, un oportuno apagón eléctrico en la zona, con el que juro que no tengo nada que ver, incrementó más aún si cabe el nerviosismo y tensión en el personal. A los pequeños los eximimos de participar que tampo es plan de que luego no peguen ojo...
Hoy, en la festividad de San Melchor, misionero asturiano y mártir, tuvimos la visita de Alejandro, misionero en Benín que estará por aquí hasta mañana y tendrá ocasión de compartir con nosotros parte de esa experiencia tan llena de compromiso por la justicia.
Y nada más por ahora. Mañana, cuando estén danzando como posesos, intentare buscar algún remanso de paz par trasladaros las últimas noticias.
A seguir bien.
De hoy, otro día de sol y calor que nos permitió disfrutar de una mañana playera, destacar una de las veladas que, en las revisiones, más insistentemente nos reclamaban: la noche del terror. Si os cuentan algo que no se tiren el pegote de que no pasaron miedo. Lo pasaron. Y todos. Y mucho. Pero también se divirtieron. No sé como algún vecino no llamó a emergencias por las voces que se oían y, por si esto fuera poco, un oportuno apagón eléctrico en la zona, con el que juro que no tengo nada que ver, incrementó más aún si cabe el nerviosismo y tensión en el personal. A los pequeños los eximimos de participar que tampo es plan de que luego no peguen ojo...
Hoy, en la festividad de San Melchor, misionero asturiano y mártir, tuvimos la visita de Alejandro, misionero en Benín que estará por aquí hasta mañana y tendrá ocasión de compartir con nosotros parte de esa experiencia tan llena de compromiso por la justicia.
Y nada más por ahora. Mañana, cuando estén danzando como posesos, intentare buscar algún remanso de paz par trasladaros las últimas noticias.
A seguir bien.
jueves, 28 de julio de 2016
PERBESDIARIO SPA TV 26/07/2016
Disculpad la tardanza, este se tuvo que haber subido ayer, pero parece ser que el internet hizo de las suyas. ¡Disfrutadlo! ¡Esta noche tendreis otro!
Peregrinos a Santiago
Pues sí, fuimos peregrinos... bien es cierto que no salimos de Roncesvalles ni, más importante aún, de la Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de Oviedo -origen del Camino Primitivo por el que algún día el Gobierno del Principado debería pedir algún tipo de royalti- pero sí compartimos (más o menos) la felicidad de los miles de peregrinos que, a lo largo de la la historia secular, llegaban a este Monte do Gozo y veían, por vez primera, la ansiada silueta de la catedral compostelana. Desde allí iniciamos el caminín que nos llevó hasta la Plaza del Obradoiro. Sacamos las fotos de rigor y dimos una vuelta por las calles adyacentes a la espera de que disminuyera la cola para entrar a visitar el templo. Muchos de los niños no habían estado nunca en Santiago, así que, al menos, algún día recordarán que en su primera visita a Santiago no llegaron en coche con los papis, sino a patita, sano ejercicio donde los haya, como un peregrino más. El sol apretaba en Santiago así que me pareció buena idea ir a comer a una de las playas fluviales que hay en las proximidades; concretamente, al Refuxio, un área recreativa con zona para el baño en la orilla del río Tambre. La verdad es que el sitio está bien. Dado lo avanzado de la hora, las cuatro empanadas fueron devoradas como si de una legión de termitas se tratara y cayeron un buen montón de jamón serrano. Poco tardaron en meterse al río. Curiosamente, muchos también es la primera vez que se bañaban en un río, mira tú... cuantas cosas nuevas... Fue una tarde muy serena de la que tendréis cumplida información en el informativo de mañana que hoy, cuando nuestra supersónica conexión a internet tenga a bien, colgaremos la de actividades de ayer. Se nos amontona el trabajo, ye lo que hay...
Como venían cansados y hay que recargar fuerzas, la velada fue tranquila. Aprovechando que encontré en el ordenador viejo fotos de los primeros campamentos de la parroquia, allá por el pleistoceno medio, sirvieron para que se den cuenta de que todo esto no es flor de un día ni una aventura de nadie, sino que tiene una dilatada historia de 36 años. En aquellos años éramos conscientes de la importantica de estos días y muchas cosas han cambiado. La cutrez que teníamos y la precariedad de medios no restaban un ápice a nuestra ilusión y felicidad y, de alguna manera, marcaron carácter y aquellos días quedaron grabados en la memoria de muchos en letras de oro. Sirva un ejemplo de abuelo Cebolleta para ilustrar esos cambios: la primera vez que visité Santiago fue la primera vez que vine a Perbes. Hace... bueno, bastante, creo que estaba Fraga haciendo la mili todavía, y como no teníamos a nuestros amigos de la empresa Gilsanz, pues fuimos "a dedo". En grupos de cuatro nos pusimos en medio de la carretera y ¡hala! "Pa" Santiago. Y tras varios trasbordos, llegamos. Todos menos dos éramos menores. Si hoy hiciera eso lo más probable es que acabara en chirola. Pues en esas cosas sí se ha cambiado mucho pero, en lo esencial, no tanto. El estíritu de aquellos campamentos que tenían muy claro su objetivo es el que intento que perdure hoy.
Ojalá lo logremos. Merece la pena. Sin duda.
Mañana más.
Como venían cansados y hay que recargar fuerzas, la velada fue tranquila. Aprovechando que encontré en el ordenador viejo fotos de los primeros campamentos de la parroquia, allá por el pleistoceno medio, sirvieron para que se den cuenta de que todo esto no es flor de un día ni una aventura de nadie, sino que tiene una dilatada historia de 36 años. En aquellos años éramos conscientes de la importantica de estos días y muchas cosas han cambiado. La cutrez que teníamos y la precariedad de medios no restaban un ápice a nuestra ilusión y felicidad y, de alguna manera, marcaron carácter y aquellos días quedaron grabados en la memoria de muchos en letras de oro. Sirva un ejemplo de abuelo Cebolleta para ilustrar esos cambios: la primera vez que visité Santiago fue la primera vez que vine a Perbes. Hace... bueno, bastante, creo que estaba Fraga haciendo la mili todavía, y como no teníamos a nuestros amigos de la empresa Gilsanz, pues fuimos "a dedo". En grupos de cuatro nos pusimos en medio de la carretera y ¡hala! "Pa" Santiago. Y tras varios trasbordos, llegamos. Todos menos dos éramos menores. Si hoy hiciera eso lo más probable es que acabara en chirola. Pues en esas cosas sí se ha cambiado mucho pero, en lo esencial, no tanto. El estíritu de aquellos campamentos que tenían muy claro su objetivo es el que intento que perdure hoy.
Ojalá lo logremos. Merece la pena. Sin duda.
Mañana más.
miércoles, 27 de julio de 2016
Suma y sigue
Pues van cayendo los días casi sin ser conscientes de este veloz
tránsito. Prácticamente no acabas de llegar y ya estás planificando el
útlimo día. Y no me digáis eso de "tenéis que hacerlo de más días"
porque no cuela. La verdad es que bien podría ser de quince días, como
históricamente eran, pero a veces es más conveniente quedar con buen
sabor de boca que "fartucos". El día de hoy fue tranquilo. Tras el
desayuno, el cuadro de actores campamental, representó un capítulo de
"El reportero del tiempo", espacio en el que se representa un hecho
histórico que los espectadores tienen que adivinar. Hoy se trataba de
una escena en la corte ovetense del Rey Alfonso II en el que le
notificaban el descubrimiento del sepulcro del apóstol. Una
escenificación muy elaborada, dirigida por Patxi, y muy divertida. El
resto de la mañana, concluidas las tan "deseadas" tareas, la dedicamos
de nuevo a la formación. Hoy tenían que definir el perfil de su ONG.
Publicitarla, manifestar por qué y para qué surge y hacer algún tipo de
promoción de la misma, léase anuncio, cartel o lo que fuere. Creo que
han hecho una tarea muy digna. Espero que podamos colgar los trabajos en
este blog. Como se alargó un poco más de lo debido decidimos no ir a la
playa y quedar de asueto por el campamento.
La visita de mi compañero de Galicia me puso a güevu la broma: visita de un inspector de la Xunta. Coló hasta atrás. Alguna monitora en prácticas se llevó un buen disgusto por no tener el inexiste certificado de asistencia al curso y enfrentarse el campamento a una improtante sanción. Casi me mata.. En fin, un poco de humor siempre viene bien. Lo malo es como algún día venga alguno de verdad lo van a mandar a freir monas y ahí sí que vamos a tener un problema...
Después de comer y de las tareas quien quiso se relajó un poco sesteando a la sombra, otras haciendo pulseras y otros completando el afamado torneo de Tute de verano. He de reconocer con amargura y resignación que la pareja de veteranos formada por Patxi y un servidor fuimos derrotados por los pardillos de Nano y Carlos. En fin, así es la vida... en el torneo de otoño nos enfrentaremos de nuevo y pondremos las cosas en su debido lugar.
Previo a la merienda hubo un taller de bailes con concurrida participación y demostración eficaz y concluyente de que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte en esto del baile. Desde luego se les da bastante mejor que el barrer. Hay alguno de los benjamines de 3º que prometen. Da gusto verlos.
Tras la merienda el juego de la oca, un juego por equipos consistente en realizar difetentes pruebas ante distintos controles para ir sumando puntos.
Pachanga futbolera que ya es también un clásico y a cenar. Hoy tenían sopa de plumífera gallega (como rezaba el menú) "plato de la abuela" o lo que viene siendo los guevinos fritos con patatas fritas y picadillo casero y pisto. Se pusieron las botas. Hay uno de los pequeños que se zampó dos platos de picadillo como un paisano. Desde luego a alguno vale más hacerle un traje que invitarlo a comer...
Y para la velada, ante el día intenso de mañana, planteamos una opción tranquila. Fuimos a la playa. Tumbados en la arena (sobre un gran plástico y toallas) estuvimos cantando algunas canciones y, en la oración de la noche, dado el día que es (felicidades si hay por ahí alguna Ana o algún Joaquín) tuvimos un recuerdo hacia los abuelos, especialmente para los que ya no están. Les conté una historia de los indios de norteamérica que dice que cada estrella que brilla en el firmamento, es un antepasado nuestro que vela por nosotros. Leyenda curiosa que no está tan lejos de la creencia cristiana de que los difuntos gozan, de alguna manera, de la vida eterna. Tumbados a la orilla, al arrullo del oleje sereno y monótono, con una suave brisa, alguno se quedó frito mientras les contaba una historia de un joven que paseaba por la orilla del mar con un montón de dudas existenciales... Otro día os cuento el resto de la historia.
Regreso para el campamento y a acostarse pronto que mañana nos convertiremos en peregrinos y hay que madrugar. Haremos la última etapa del Camino de Santiago y visitaremos la catedral, pero es ya otra historia...
La visita de mi compañero de Galicia me puso a güevu la broma: visita de un inspector de la Xunta. Coló hasta atrás. Alguna monitora en prácticas se llevó un buen disgusto por no tener el inexiste certificado de asistencia al curso y enfrentarse el campamento a una improtante sanción. Casi me mata.. En fin, un poco de humor siempre viene bien. Lo malo es como algún día venga alguno de verdad lo van a mandar a freir monas y ahí sí que vamos a tener un problema...
Después de comer y de las tareas quien quiso se relajó un poco sesteando a la sombra, otras haciendo pulseras y otros completando el afamado torneo de Tute de verano. He de reconocer con amargura y resignación que la pareja de veteranos formada por Patxi y un servidor fuimos derrotados por los pardillos de Nano y Carlos. En fin, así es la vida... en el torneo de otoño nos enfrentaremos de nuevo y pondremos las cosas en su debido lugar.
Previo a la merienda hubo un taller de bailes con concurrida participación y demostración eficaz y concluyente de que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte en esto del baile. Desde luego se les da bastante mejor que el barrer. Hay alguno de los benjamines de 3º que prometen. Da gusto verlos.
Tras la merienda el juego de la oca, un juego por equipos consistente en realizar difetentes pruebas ante distintos controles para ir sumando puntos.
Pachanga futbolera que ya es también un clásico y a cenar. Hoy tenían sopa de plumífera gallega (como rezaba el menú) "plato de la abuela" o lo que viene siendo los guevinos fritos con patatas fritas y picadillo casero y pisto. Se pusieron las botas. Hay uno de los pequeños que se zampó dos platos de picadillo como un paisano. Desde luego a alguno vale más hacerle un traje que invitarlo a comer...
Y para la velada, ante el día intenso de mañana, planteamos una opción tranquila. Fuimos a la playa. Tumbados en la arena (sobre un gran plástico y toallas) estuvimos cantando algunas canciones y, en la oración de la noche, dado el día que es (felicidades si hay por ahí alguna Ana o algún Joaquín) tuvimos un recuerdo hacia los abuelos, especialmente para los que ya no están. Les conté una historia de los indios de norteamérica que dice que cada estrella que brilla en el firmamento, es un antepasado nuestro que vela por nosotros. Leyenda curiosa que no está tan lejos de la creencia cristiana de que los difuntos gozan, de alguna manera, de la vida eterna. Tumbados a la orilla, al arrullo del oleje sereno y monótono, con una suave brisa, alguno se quedó frito mientras les contaba una historia de un joven que paseaba por la orilla del mar con un montón de dudas existenciales... Otro día os cuento el resto de la historia.
Regreso para el campamento y a acostarse pronto que mañana nos convertiremos en peregrinos y hay que madrugar. Haremos la última etapa del Camino de Santiago y visitaremos la catedral, pero es ya otra historia...
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