30 de julio. Tan temido como esperado. Es el peor día con diferencia. En él se mezcla el agobio de tener que recoger todo en un tiempo récord -tarea complicada- el cansancio y déficit de sueño acumulado que, tras la noche de gala no es poco, y, también, la pena porque otro campamento ya pasó a la dilatada historia de campamentos de nuestra parroquia de San Pedro de los Arcos.
Que han sido días intensos no es ninguna novedad. Lo habéis vivido casi en directo, o eso espero porque vuestra participación ha sido más bien modesta, pero suponemos que estáis al otro lado de la pantalla siguiendo con curiosidad el día a día desde lo que comíamos, a lo que jugábamos o lo que intentábamos transmitir a través de esos pequeños espacios dedicados a la formación.
La noche de ayer fue una locura. A las 2,30 de la madrugada saltaban, bailaban y cantaban imbuidos de esa extraña energía que aún no he sido capaz de identificar. Lo veréis en el TD que, por problemas con la conexión de internet, no hemos podido subir; lo subiremos esta noche. Con relación a este blog me gustaría pediros un favor: seguidlo durante unos días con vuestros hijos. Ellos no lo han visto. Vedlo con ellos y que comenten algo también. Y vosotros, no seáis zánganos y compartid vuestras impresiones, sugerencias... todo ayuda a mejorar. Os decía el día que partimos que vuestra implicación era esencial en el desarrollo de este campamento. Es una de las patas en las que pretendemos sustentarlo. Otra es el equipo de monitores, heterogéneo pero unidos por ese vínculo dual de la fe compartida y nuestra implicación en la parroquia. Y la tercera pata, cómo no, la imbricación del campamento con la pastoral parroquial. Este campamento carecería totalmente de sentido si no fuera así. Es una actividad más de la catequesis. Por eso os invito a que animéis a vuestros hijos también a que sean partícipes, si así los estimáis conveniente, también de esa parte. No es tan fácil como estos días, pero también contribuye a aportar los necesarios ladrillos para construir ese muro de su formación humana y cristiana. Aprovecho para agradecer la entrega e ilusión de los monitores que, desinteresadamente, contribuyen a que todo salga como sale.
Gracias a Marisa y a Marta porque cumplen con su trabajo, sí, pero la dosis de cariño y alegría con el que lo hacen no está en el "contrato".
Gracias a Nacho que se ha comido el montaje de todos los vídeos. Aunque he compartido con él las horas infumables a las que muchos días se hacía, en actitud española donde las haya, el curraba y yo miraba...
Y por último, y se me hace un poco difícil, gracias a Jorge. Este año no ha podido venir y, en breve, cosas de cambios de organización diocesana, dejara de ser nuestro párroco. Cuando se me ocurrió en 2003 recuperar nuestra tradición de campamentos, él fue un apoyo constante. Animó. Ayudó. Sugirió. Dejó hacer. Su conexión y cariño con los niños es evidente. Sus misas dominicales de 11,30 gustaban no sólo a los niños, sino también a los mayores y el lleno total de la iglesia, da buena fe de ello. En la parroquia hay catequesis de post comunión, de post confirmación; cada año ha habido confirmaciones... en fin; te vamos a echar mucho de menos. y gracias por todo. Dejarás de ser nuestro párroco pero seguirás siendo nuestro amigo. Eso no hay arzobispo que lo cambie.
Vuestros hijos han pasado por el campamento; ahora sólo me resta esperar que el campamento pase por vuestros hijos. Preguntadles. Que comenten con vosotros cosas. Que poco a poco, serena y tranquilamente, vayan fluyendo sus vivencias. Como el lento y pausado rumiar de las vacas.
Dejo esta ventana por este año. He intentado haceros cómplices de todo. He dejado el pudor y la vergüenza de lado para que, a través de humor, sea más fácil contagiaros el interés por que forméis parte de todo y en todo.
Dios dirá si Perbes 2019 abre de nuevo esta ventana.
De momento, barro, limpio, bajo las persianas, y con el silencio y la tranquilidad de que los errores que hayamos cometido son al menos desde la buena voluntad con la que suplimos otras carencias, echo la llave y con un sentido y casi ya nostálgico suspiro, me despido hasta que Dios quiera.
Simplemente decir que es un auténtico honor que mi hija Lucía pueda compartir con vosotros una experiencia tan gratificante. Considero que no hay mejor piropo que el deciros que sois grupo y eso hoy en día tiene bastante mérito, debido a la sociedad tecnológica en la que estamos imbuidos.
ResponderEliminarGRACIAS POR ser como sois, por compartir con ellos vuestras experiencias y si cabe hacerlos un poquito mejores y más responsables.
Repito todo un orgullo y un honor.
Se cierra un capítulo pero esperemos que se abra otro y podamos seguir compartiendo estos blogs y estos telediarios.
Un auténtico placer que mi hijo haya vivido la "experiencia Perbes". Creo que ha sido todo un lujo. Él me lo confirmará, estoy segura de ello.
ResponderEliminarGracias a ti por contarlo todo tan bien, gracias a la cocinera por esos platos que se intuían exquisitos y gracias a todos esos monitores, que sin ellos el campamento sería imposible.
Pido también disculpas por no contestar a todas esas reflexiones que nos transmitías sobre el día a día y los momentos de formación, pero sinceramente, leyendo tus palabras yo me quedaba sin ellas...
Gracias por todo y buen viaje de regreso.
Qué bonito!! Echaremos de menos el blog y los telediarios tan payasos que hacíais. Sobre la catequesis animaré a mis hijos a ir. Espero q se contagien unos a otros, porque a estas edades los amigos mandan más q el Arzobispo. No conozco a Jorge, pero mucha gente me ha comentado este cambio, con tristeza. Una pena. No tengo palabras para agradeceros la integración con Martina. A todos. A los organizadores, monitores, compañeritos y sus padres, que jamás nadie ha visto a Martina, como un lastre o un problema. Al contrario, siempre animándonos a apuntarla. Quiza no seáis conscientes de la proeza que habéis logrado, en su pequeña y más limitada vida. Paz y Bien
ResponderEliminarMuchas gracias por todo vuestro tiempo, esfuerzo y dedicación y otro año volverá... Paz y bien
EliminarA que hora tenemos la llegada ?
ResponderEliminarSobre las 6 o 6,30.
EliminarQuizás más tarde porque van a parar. Ahora mismo que son las 16,50 están llegando a Ribadeo.
EliminarSin palabras, con muchas ganas de ver a Marina pero feliz por saber que sois un grupo MARAVILLOSO, sin ninguna distinción y todos arrimando el hombro para que nuestros hijos estén prácticamente de un año para otro recordando momentos, vamos el efecto Perbes. Lo qué sí me entristece y mucho es la marcha de Jorge un honor haber compartido unos años de sus preciosos sermones y misas, muy alegre de que mis dos hijas hayan recibido su primera comunión de sus manos.GRACIAS A TODOS Y POR TODO
ResponderEliminarEn un abrir y cerrar de ojos otro campamento más ha pasado, han sido días duros, de acostarse tarde y tener que dar lo máximo al día siguiente, días de no parar, pero todo esfuerzo tiene recompensa, y cuando ves la sonrisa u oyes la risa de cualquiera de los acampados sabes que ese esfuerzo vale la pena. Un año más viviendo esta magnifica experiencia, solo me salen palabras de agradecimiento,tanto a el resto de monitores,premonitores,Marta y Marisa,a Nacho por quedarse con nosotas editando los blogs,a Carlos por dejarme ser parte del grupo de monitores un año más y a los niños por aportar su alegría que tanto les caracteriza.Espero que este campamento continue,porque lo que hacemos aqui es especial.
ResponderEliminarMe uno a las felicitaciones y agradecimiento a este grupo estupendo que como dice Carlos muy heterogéneo, pero con.mucha complicidad y entrega. Gracias un año más...es increíble que aunque vayan una y otra vez siempre parece la primera...las vivencias, los momentos. No pierde emoción. En todo ello tenéis algo que ver todos vosotros, sin olvidar a Marta y Marisa que cuidan y miman a nuestros niños con esos menús deliciosos
ResponderEliminarGRACIAS
Conclusión de los hermanos Morales Pardo:Perbes 2018, un éxito total!!!
ResponderEliminarY eso que es muy difícil contentar a un adolescente en plena efervescencia y a otra en ciernes.Ayer era un no parar de contar historias, con apenas un hilo de voz, quitándose la palabra el uno al otro, casi con turnos de intervención porque si no era imposible.La noche de terror, furor, la gala final...y sorprendentemente una mención muy especial al día en que Mario, Berto y Fito contaron su experiencia en África.
Muchísimas gracias a todos por hacer un año más lo imposible!!!
Paz y bien a todos!!!