Los dias fluyen como los rios que van a dar al mar...

Bueno, pues iniciamos semana y las pilas de la batería, al menos las de un servidor, están ya pitando y en rojo desde hace dos días; qué cosas... en fin, tras el atardecer que pudimos disfrutar ayer, que es todo un regalo para los sentidos, hoy hemos podido gozar de un hermoso amanecer. La contemplación en este lugar compensa las fatigas y las pequeñas frustraciones, algo es algo.
Ayer fue un día muy completo. Por la mañana asistimos a misa en la parroquia de San Pedro de Perbes donde participamos con cantos (y llenando la pequeña iglesia hasta la bandera) de la misa de 11. El párroco nos acoge siempre con verdadero entusiasmo. Como el día era para aprovechar inauguramos (inauguraron más bien...) la temporada de baños de ola que ya era hora. Como la familia Alcántara de "Cuéntame" toca paella los domingos con el tradicional canto-homenaje de entrada en el comedor. Ayer la monitora Marta celebraba su cumpleaños así que, como no puede ser menos, tuvo que soplar las tradicionales velas; eso sí, un poco puñeteras porque por mucho que soplaba se volvían a encender una y otra vez; mucha mente bromista hay por aquí...
Tras los talleres la Gynkana guarra de la que tenéis cumplida información en el TD. Y de noche de nuevo a jugar en la Gynkana de los continentes, todo un alarde de imaginación de nuestro equipo de monitores. Aunque no somos capaces de acabar nunca en hora temprana, la noche era propicia para contarles un hermoso cuento japonés sobre la bondad titulado "El mar de oro" con la moraleja de que ser bondadosos siempre, aunque nos parezca difícil, tiene su recompensa. La oración bajo las estrellas y viendo el reflejo de la luna sobre la ría supongo que les pasará desapercibido porque en cuando paran se quedan KO pero, os aseguro, el entorno no puede ser más favorable para dar gracias por lo vivido. Estos nenos, comparado con años pretéritos, son unos benditos (bueno, tampoco nos pasemos que excepciones, haberlas, las hay...) y se duermen en un santiamén.
Como os decía el lunes amaneció radiante. Hoy continuamos con la formación que versaba sobre un valor muy de Francisco: la alegría. Hicimos una comparativa entre lo que ellos consideran que es estar alegres, por qué y con qué, contrastando con otros ejemplos de alegría. Uno de los acampados, de 5º y que juraría que se pasó la formación tumbado en la yerba pensando en sabrá Dios qué, dijo en la conclusiones que la felicidad no está en el dinero ni en la cosas materiales. Pasmado me quedé.
Y ahora, mientras disfrutan de la playa, comparto con vosotros estas líneas y unas fotos para llevaros a casa un trozo de este campamento que también es el vuestro. De noche con los vídeos, tenemos el ordenador ocupado hasta casi las cuatro de la mañana y ya no es plan, así que espero que me quede alguna neurona activa para transmitiros una mínima parte de las intensas jornadas que vivimos aqui...
Os van unas fotos de un juego del sábado que fue para mondarse de risa y que consistía en pasarse una nube de unos a otros. Cada vez que se pasaba había que morder un cachín y daba puntos pasarla el mayor número de veces. El comité de decencia, decoro y buen comportamiento, veló en todo momento del desarrollo del juego y nos ha dado el "nihil obstat", así que tranquilos...
A seguir bien.
Continuará...